
El ingeniero inglés Graham Dorrington se embarca en un inestable zeppelín de su creación y se dirige a las cataratas Kaieteur, en la impenetrable selva de la Guyana. Y Herzog, cámara en mano ("In celluloid we trust", afirma), no puede sino subirse con él y encontrar en el camino una serie de personajes increíbles –un buscador de diamantes, un imitador de Michael Jackson, un rastafari fumeta-- y paisajes de pesadilla, que contienen el recuerdo de quienes los precedieron y murieron en el intento.
"La historia que cuenta Herzog no es nueva en él: un hombre tiene un sueño y hace todo lo posible por no despertar. Ese gesto de conquistador con que asume y luego abandona los lugares, ese llegar, ver y vencer a la nada, a las propias obsesiones inútiles, es todo lo que Herzog tiene para decir. Pero nadie que participó de eso volverá a ser el mismo" (Ariel Magnus).
Corrientes 1530 – Entrada $ 10
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