Venezuela 370 - Entrada Gratuita
Filmarse a sí mismo y los demás, obsesivamente, desde la infancia hasta la adultez. Filmar todo, desde lo más banal hasta lo más terrible. Lo fútil y lo chocante, lo íntimo y lo especular, el diario crudo y el varieté casero. Filmar con lo que haya a mano: camaritas de superocho, homevideo, digital. Y también grabar conversaciones privadas, confesiones íntimas, mensajes en el contestador. Finalmente y tras haber acopiado 19 años de material audiovisual, musicalizarlo con el gusto más exquisito y montarlo con iMovie, software de Apple que se compra en cualquier casa de computación. Aplicar en todo ello, claro, infrecuentes dosis de audacia personal, de falta total de recato u observancia de cualquier regla. Maxidosis de espíritu bonzo, de genio artístico y creativo.
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